De siesta

El pasado fin de semana estábamos durmiendo la siesta cuando me desperté, teníamos el aire acondicionado encendido , con el fresquito me puse un poco juguetona con mi pareja que estaba durmiendo al lado mío ,le bajé los pantalones con mucho cuidado para que no se despertara, continué con su ropa interior y empecé a chuparle, la tenia flácida , no tardo mucho se le empezó a levantar, teniéndola en la boca, el ya se había despertado pero se hacia el remolón ya que se lo estaba pasando pipa, seguí chupando y pasando mis manos por sus testículos y acariciando le los muslos y la barriga, se nos ponían la piel de gallina con el fresquito que había en la habitación ,el ya empezó a acariciarme la espalda mientras se la estaba chupando, le pasaba la lengua rodeándole el glande, pasaba por todo su pene la lengua me la metía dentro de la boca y le daba chupetones, seguí chupando, hacia abajo todos los testículos que le excitaba mucho, mientras le pasaba los dedos por los muslos y su ano, cada vez estaba más excitado, el no quería que parara ,cogí un testículo con los labios , lo soltaba y lo volvía a coger estábamos muy calientes los dos. Cuando lo solté empecé a metérmela en la boca cada vez más a dentro quería tenerla entera dentro de mi boca, eso me excitaba mucho tenia toda la boca llena de saliva, iba escurriendo toda entre mis labios y con las manos se la iba meneando estaba tan mojada que se me escurría entre los dedos. El ya empezó a gemir pero estaba tan excitada que no podía parar de chupar enseguida empecé a notar que se iba a correr y cada vez mas cachonda me la metía mas para a dentro de mi boca , casi no podía cogerla con la mano de lo cerca que la tenia de mis labios , aparte un poco la boca para cogerla mejor con la mano y empecé a hacer unos movimientos mas rápidos enseguida empezó a gemir y a correrse dentro de mi, no pare de chupar hasta que no paro de gemir ,lo único que hacia era retorcerse de placer y yo con todo eso dentro de mi boca, nunca antes se había corrido dentro de mi boca, me daba mucho morbo tenia un saborcillo raro pero me había gustado empecé a expulsárselo por encima , el me miraba ,creo que eso le daba más morbo aún, levante la cabeza y me quedaban unos restos en la cara y con la mano me lo metí dentro de la boca y decidí tragármelo. Desde entonces cada vez que nos vamos a dormir la siesta mi pareja va loca por que se lo vuelva a hacer.

Por:Anna